De acuerdo al Instituto Estatal de las Mujeres Nuevo León, las consecuencias de la violencia contra las mujeres tiene impacto en las personas que la sufren así como en la familia y la comunidad. Son consecuencias negativas en el bienestar y en la salud física y emocional de las mujeres violentadas que, en un caso extremo, puede representar la pérdida de la vida, así mismo, el efecto negativo se extiende a la familia y hasta al agresor. En términos sociales hay consecuencias como la pérdida de productividad laboral y el aislamiento social.
De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2016 del INEGI. En México el 66.1% de las mujeres de 15 años y más han enfrentado algún incidente de violencia económica, psicológica, física o sexual alguna vez en su vida. El 43.9% de las mujeres dijo haber sufrido violencia por parte de su actual o última pareja, esposo o novio a lo largo de su relación.
Estos datos dan cuenta de que la violencia de género es un problema que daña mayoritariamente a las mujeres, aún y cuando existan casos de hombres violentados. La violencia contra las mujeres, lamentablemente, es una práctica social extendida a lo largo del país. En Nuevo León, un 59.3% de las mujeres han padecido algún tipo de violencia. La violencia contra las mujeres no es exclusiva de una clase social, las mujeres de todos los estratos económicos y con diferentes niveles de estudio han enfrentado algún tipo de violencia.